Quizás valdría la pena enfocarnos en quien fue el inventor de la bicicleta, o cómo es que la misma fue adquiriendo con el paso del tiempo el posicionamiento y la importancia que ha llegado a tener, de los tiempos en que fue perdiendo de a poco su auge, a como la vida misma nos ha regresado la euforia por pedalear, por llegar más lejos y en el menor tiempo, pero la realidad es que me gustaría centrarme en los beneficios de usar la bicicleta con cotidianeidad y como es que esto automáticamente nos convierte en un mejor país.

En el camino de la vida de a poco vas madurando, somos como el fruto de una vida de esfuerzos, así de algún modo continuamos legando nuestros aprendizajes a aquellos que nos rodean, en muchos de los casos es nuestra familia directamente quien puede percibir esa forma en la que nos vamos transformando; en este caso como en muchos otros para mi el acercamiento con la bicicleta surge desde muy temprana edad, si mal no recuerdo de mis últimos “Reyes magos” llegó mi tan ansiada bicicleta, la recuerdo muy bien, en esos tiempo la marca Haro era de mi agrado, recuerdo que estaba muy en boga el tema de las “BMX” y el boom de los trucos o los deportes extremos, la mía en particular tenía frenos de masa, la dirección no era rotativa (no giraba 360 grados) pero aun así tenía un torque maravilloso, apoyado en mis 2 poderosas piernas, podía derrapar, sonar como motocicleta (con el apoyo de un frutsi en la llanta) y sin dudarlo me dí los peores golpes a bordo de mi vehículo, ya que mi alma inquieta siempre me pedía ir más rápido o saltar más alto, sin duda es algo que siempre agradeceré de toda esa educación que me fue dada, esas ganas de siempre querer vivir más.

Volviendo al tema que nos atañe y regresando al presente que nos corresponde, un México post pandemia, en el que como maestra de escuela pública, la vida nos dio un jalón de patillas para retomar el rumbo, de a poco la pandemia o el Covid como tal nos fue dando lecciones de como afrontar esta nueva realidad, en información que se fue revelando en los últimos dos años de encierro parcial que vivimos, nos fueron aclarando cuales eran las condiciones más adversas en caso de contraer la gripe con anabólicos que azotó al mundo los últimos 2 años, y sí, resulta que el hacer ejercicio y comer sano son las 2 armas más importantes que teníamos para combatir al virus, por eso mismo es que la sociedad comenzó a cambiar a partir de la enfermedad.

Ahora, si bien todo no ha sido desarrollo a costa del sufrimiento, la CDMX  tienen ya varios años con una ideología de inclusión a todos aquellos que deciden transportarse en su bicicleta en lugares caóticos como nuestra ciudad, se han ido destinando espacios muy a costa del gran número de inconformidades de las automovilistas, ya que como bien lo dije anteriormente la ciudad es un entorno caótico que tienen la capacidad de sacar de sus casillas a cualquiera, el trayecto no ha sido fácil, las dudas han sido muchas, pero sin temor a equivocarme solo basta voltear un poco a los países más desarrollados y observar el impulso y la infraestructura que existe para darle abasto a estas ciudades “bicicleteras” que en el entendido de que nos estamos acabando el mundo, nos conviene de sobre manera que esas ciudades sean replicadas en muchos lugares, que ese ejemplo de movilidad sea adoptado y replicado en tantos lugares como sea posible, por el bien de nosotros, por el bien de todos.

La bicicleta ocupa un lugar en la historia por su nobleza, es tan simple su funcionamiento y el principio que rige su labor, más fuerza significa más velocidad, el límite va de la mano de nuestras energías y como tal nos ayuda en múltiples factores físicos, no se genera en las articulaciones el mismo impacto que cuando corres o practicas algún deporte, son tantos los efectos positivos que el andar en bicicleta traerá a tu vida que hasta nos parece absurdo el que no existan más vialidades exclusivamente para este transporte, sin embargo, sabemos de sobre manera que de a poco ese camino se está recorriendo ya y así mismo las ciudades inteligentes van a ir adaptando este modelo, este transporte como tal, ya que todos los caminos llevan a este rumbo, la bicicleta es el único transporte que al mismo tiempo que nos lleva a un lugar, nos mejora la condición física y nos permite ahorrar en el uso de combustibles fósiles, que a mi parecer, el mayor problema de contaminación a nivel mundial proviene justamente del uso de esos combustibles.

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